El uso del portafolio, es un
instrumento de evaluación, pero creo que puede y debe ser considerado como una
herramienta metodológica para desempeñar el proceso de Enseñanza- Aprendizaje.
Poco a poco, y teniendo en cuenta
los adelantos que estamos viviendo, el libro de texto se está situando en un
segundo plano, pero creo que ningún método es mejor ni peor, sino que todos, en
determinados aspectos beneficia un hecho educativo.
Es verdad que el aprendizaje
cooperatico, el aprendizaje basado en proyectos cada vez está más en boga y
realmente pueden considerarse como un compelemento del portafolio.
La principal ventaja del
portafolio dentro del proceso de Enseñanza-aprendizaje es que se convierte en
una vía de actuación directa profesor-alumno obteniendo beneficios mutuos.
Es una herramienta muy llamativa,
motivadora, entendiendo la motivación como la tendendia al éxito, donde el
alumnado es dueño de su propio producto; no sólo el dueño, sino que es su
creador, su fundador, y por lo tanto se convierte en su primer defensor.
Es algo que hay que hacerles
conscientes de su costoso trabajo por lo que ellos mismos serán los
protagonistas de esa creación, aumentando su autoestima.
Permite trabajar de manera
diferente a la tradicional, con métodos y procesos muy variados, aspectos que
hoy en día son el principal fracoso escolar: comprensión, diálogo, ser
críticos…
El portafolio permite englobar
diversas materias obteniendo beneficio las unas de las otras permitiendo un
proceso globalizado.
Permite convertir a nuestros
pequeños alumnos en pequeños críticos, seres precavidos con la intención de
superarse y mejorar a partir de sus errores.
Como inconveniente, principalmente,
es la falta de tiempo del que disponemos, asi como de los medios que, de manera
particular, las zonas rurales disponen.
El proceso tiene que verse como un
proceso a largo plazo donde comience en las primeras edades como algo simple y a
medida que vayan madurando, se vaya ampliando incluso siendo el mismo portafolio
que vaya pasando de curso a curso realizando las modificaciones pertinentes, así
como ajustándose a las nuevas exigencias y con nuevos objetivos.
El hecho de realizar un portafolio,
lo óptimo sería que desde todas las áreas se complementase y no siempre se está
dispuesto a “salirse de la rutina” por parte de los compañeros y compañeras.
Al fin y al cabo un portafolio se
convierte en una herramienta excepcional como aspecto metodológico en las aulas
de hoy en día pero falta, desde mi punto de vista, un cambio de visión acerca de
lo que es hoy la educación y de lo que esperamos de nuestro alumnado.
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