a) Análisis de los aspectos
débiles y mejoras reflejadas en los escritos reflexivos.
b) Exposición de retos y acciones futuras.
c) Proyección del desarrollo personal y académico.
El hecho de tener en cuenta un
apartado dentro del portafolio que se dirija a poder reconcoer, valorar y poder
progresar es en verdad un ejemplo del día a día en una escuela donde no todo se
limita a dar un conocimiento y que lo asimilen.
Dentro del proceso de
Enseñanza-Aprendizaje ocurren numerosos sucesos que pueden “ contaminar” la
información, ya provenga de nosotros como maestros o de los propios alumnos.
Es necesario contrastar en todo
momento si la información, en este caso la presente en el portafolio, muestra las
propias consecuciones a lo largo de un curso, un trimestre o una unidad didáctica.
Es necesario que el alumnado
aprenda y comprenda la necesidad de valorar los logros conseguidos, los no
conseguidos y los que están en proceso, siempre y cuando, sobretodo en este último,
conozcan aquellos elementos que deben de mejorar o progresar.
Deberíamos de hacer consciente a
nuestros alumnado, y que mejor manera de hacerlo que a través del portafolio,
de sus propias posibilidades. Deberían de, al iniciar un proceso de enseñanza,
valorar que sabes sobre el conocimiento trabajado y que esperan aprender, así
como los propios pensamientos sobre que creen que van a hacer bien y no tan
bien.
Ellos deberían de partir de sus
motivaciones y tendrán que analizar aquellos problemillas que hayan podido
tener para poder mejorar; De esta manera, ellos poco a poco serán conscientes
de sus posibilidades, de las posibilidades de mejorar y así poder asimilar una
crñitica constructiva con el objetivo de garantizar una mejora en su propio
proceso de aprendizaje.
Creo que puede costar un poco al
alumnado a llegar a conseguir este objetivo, ya que de normal y teniendo en
cuenta el periodo evolutivo en el que nos encontremos, no suelen aceptar las críticas constructivas y sobre
todo por el miedo al fracaso.
Por ello, es necesario que
cualquier aspecto que trabajemos tiene que ofrecerse como un reto, en el que no
compiten contra nadie, sino, única y exclusivamente compiten contra ellos
mismos.
El hecho de “fracasar” ante una
situación concreta, como por ejemplo, el realizar una entrada a canasta, no implica
que ese fracaso vaya a ser continuo, ya que en numerosas ocasiones son las que
tendrá que aplicar un salto similar en otras situaciones.
Principalmente tienen que saber
que para acertar, en numerosas ocasiones hay que errar, ya que de los fallos se
aprenden y ese es el objetivo de estas reflexiones personales o grupales.
El mismo hecho de haber fallado
en algo que no era lo esperado y tras un periodo de remodelación, el alumnado
puede sentirse gratamente gratificado al ver que han podido solucionar dicho
problema de manera satidfactoria.
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