miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ensayo reflexivo sobre el portafolio: Reflexión sobre las evidencias.



a) Análisis de los aspectos débiles y mejoras reflejadas en los escritos reflexivos. 

b) Exposición de retos y acciones futuras.

c) Proyección del desarrollo personal y académico.

El hecho de tener en cuenta un apartado dentro del portafolio que se dirija a poder reconcoer, valorar y poder progresar es en verdad un ejemplo del día a día en una escuela donde no todo se limita a dar un conocimiento y que lo asimilen.
Dentro del proceso de Enseñanza-Aprendizaje ocurren numerosos sucesos que pueden “ contaminar” la información, ya provenga de nosotros como maestros o de los propios alumnos.
Es necesario contrastar en todo momento si la información, en este caso la presente en el portafolio, muestra las propias consecuciones a lo largo de un curso, un trimestre o una unidad didáctica.
Es necesario que el alumnado aprenda y comprenda la necesidad de valorar los logros conseguidos, los no conseguidos y los que están en proceso, siempre y cuando, sobretodo en este último, conozcan aquellos elementos que deben de mejorar o progresar.
Deberíamos de hacer consciente a nuestros alumnado, y que mejor manera de hacerlo que a través del portafolio, de sus propias posibilidades. Deberían de, al iniciar un proceso de enseñanza, valorar que sabes sobre el conocimiento trabajado y que esperan aprender, así como los propios pensamientos sobre que creen que van a hacer bien y no tan bien.
Ellos deberían de partir de sus motivaciones y tendrán que analizar aquellos problemillas que hayan podido tener para poder mejorar; De esta manera, ellos poco a poco serán conscientes de sus posibilidades, de las posibilidades de mejorar y así poder asimilar una crñitica constructiva con el objetivo de garantizar una mejora en su propio proceso de aprendizaje.
Creo que puede costar un poco al alumnado a llegar a conseguir este objetivo, ya que de normal y teniendo en cuenta el periodo evolutivo en el que nos encontremos, no suelen  aceptar las críticas constructivas y sobre todo por el miedo al fracaso.
Por ello, es necesario que cualquier aspecto que trabajemos tiene que ofrecerse como un reto, en el que no compiten contra nadie, sino, única y exclusivamente compiten contra ellos mismos.
El hecho de “fracasar” ante una situación concreta, como por ejemplo, el realizar una entrada a canasta, no implica que ese fracaso vaya a ser continuo, ya que en numerosas ocasiones son las que tendrá que aplicar un salto similar en otras situaciones.
Principalmente tienen que saber que para acertar, en numerosas ocasiones hay que errar, ya que de los fallos se aprenden y ese es el objetivo de estas reflexiones personales o grupales.

El mismo hecho de haber fallado en algo que no era lo esperado y tras un periodo de remodelación, el alumnado puede sentirse gratamente gratificado al ver que han podido solucionar dicho problema de manera satidfactoria.

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